Rafael Calderón es una persona. Una persona más, a pesar
de que nos empeñemos en resaltar que tiene síndrome de Down. Para él, eso es un
mote, un apodo, una etiqueta.
“Yo soy uno más. Notas a contratiempo” es un documental
etnográfico que cuenta la experiencia vivida por Rafael para conseguir ser uno
más en la escuela. Una escuela que segrega a las personas con discapacidad, que
condena las diferencias y que mediante estrategias ocultas no permite que
progresen. Una escuela que certifica su fracaso escolar.
Rafael y su familia se enfrentaron a esa escuela
excluyente, y resistieron sus veredictos. Pensaron que los tests y las
calificaciones no son neutrales ni incuestionables. Y cuando en la Educación
Secundaria Obligatoria tuvieron que oír comentarios como que ya no podía
aprender más, no se conformaron. Actuaron convencidos de que el problema no
estaba en Rafael, sino en las relaciones educativas. Finalmente encontró en la
música el espacio para demostrarlo.
Pero para lograr ser uno más, tuvo que ser el primero.
Rafael finalizó la ESO, el Bachillerato y los diez cursos de los Grados
Elemental y Profesional de Música. Obtuvo por ello la Medalla de Oro al Mérito
en la Educación en Andalucía, la Mención a las Artes de la Fundación Universia
y el Premio del Día Mundial Síndrome de Down. Sin embargo, todo eso no es
destacable para él. Lo importante es que pudo crear un sueño y dedicarse en
cuerpo y alma a construirlo. Su experiencia es un argumento vivo que,
cuestionando las prácticas escolares, nos invita a rebelarnos y a transformar
la escuela para que sea realmente inclusiva.
Reseña bibliográfica:
Calderón, I. y Habegger, S. (2012): Educación, hándicap e
inclusión. Una lucha familiar contra una escuela excluyente. Octaedro
Andalucía, Granada.
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